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Por qué el flujo de gas inerte es un cambio de juego en la fusión por lecho de polvo

4 de noviembre de 2025 por
Por qué el flujo de gas inerte es un cambio de juego en la fusión por lecho de polvo
Lucero Pachon

En los procesos de fusión por lecho de polvo (PBF, por sus siglas en inglés), el flujo de gas inerte desempeña un papel vital que va mucho más allá de simplemente limpiar el humo: influye directamente en la consistencia, calidad y confiabilidad de las piezas metálicas impresas. Generalmente se utiliza argón o nitrógeno; este flujo controlado de gas ayuda a mantener un entorno de impresión estable dentro de la cámara de construcción.


La primera y más evidente función del gas inerte es desplazar el oxígeno. Incluso pequeñas cantidades de oxígeno pueden causar oxidación, especialmente en materiales reactivos como el titanio, lo que puede derivar en propiedades mecánicas deficientes o defectos superficiales. El flujo de gas ayuda a mantener la impresión limpia, asegurando que el láser interactúe de manera precisa con el lecho de polvo sin interferencias de contaminantes.


Aún más importante, el flujo de gas elimina las salpicaduras y el humo generados durante la fusión láser. Si no se controlan, estos subproductos pueden depositarse sobre la superficie de construcción o en las ópticas, provocando defectos, delaminaciones o fallos en la impresión. Un flujo constante de gas inerte barre estas partículas, manteniendo un entorno limpio y predecible.


La velocidad y dirección del gas también afectan el acabado superficial y la densidad de la pieza. Una mala gestión del gas puede generar enfriamiento desigual, microfisuras o una fusión incompleta. Por ello, comprender y simular el flujo de gas—junto con la calibración de los parámetros de construcción—es clave para obtener resultados de alta calidad y repetibles en la manufactura aditiva metálica.